Consejos para una buena higiene bucal con Medicare
La mayor causa de las enfermedades bucodentales es la mala higiene y los malos hábitos que tenemos en la limpieza dental y de nuestra boca. Por esta razón, es importante ser lo más meticulosos en nuestra rutina de cepillado, seda dental y otras buenas prácticas para evitar problemas como la gingivitis, periodontitis, caries entre otras. Aquí te compartimos eso que sí o sí debes hacer para mantener una excelente salud oral.
Cepillarse adecuadamente luego de cada comida
Es un consejo básico cepillarse los dientes al menos tres veces al día, pero lo que debe tenerse claro es la importancia de cepillarse después de cada comida. Adoptar esta costumbre y dedicarle el tiempo adecuado nos ayudará a combatir rápidamente esos restos de comida que se van acumulando en la boca.
Es frecuente que por el afán del día a día o por el cansancio en la noche, no le dediquemos mucho tiempo al cepillado y lo hagamos de manera muy breve. Pero, si no le dedicamos el tiempo necesario, solo estamos pasando superficialmente las cerdas por los dientes sin que lleguen a todos los lugares de la boca, dejando que los restos de comida se queden allí y empiecen a acumularse.
Es fundamental en el cepillado barrer todas las caras de los dientes, así como realizar la limpieza de encías y lengua. Recuerda que esta última puede ser acumuladora de miles de bacterias, por eso es importante limpiarla apoyados en implementos como raspadores de lengua que son más efectivos para esta tarea.
Usar el cepillo de dientes adecuado y renovarlo frecuentemente
Encontrar el cepillo adecuado es importante para que cumpla su función de limpiar sin lastimarte. Por eso, aunque hay diversas opciones para escoger en el mercado, lo mejor es elegir uno que no sea de cerdas muy duras para cuidar de las encías y con un cabezal no tan grande y alargado para que permita hacer los diferentes movimientos que lleven a alcanzar todos los rincones de la boca.
Además, los cepillos de dientes deben cambiarse por lo menos cada 3 a 4 meses. Debido a que sus cerdas se van desgastando no funcionan de manera óptima después de un tiempo prolongado. Asimismo, si no se cambian debidamente pueden ser acumuladores de bacterias y suciedad, por lo que en lugar de limpiar pueden estar provocando un efecto negativo en nuestra boca.
La seda dental no es un complemento es una obligación
El uso de la seda dental es tan primordial en la higiene dental como el cepillado, ya que, permite limpiar lugares donde el cepillo no llega como las zonas interdentales. De esta manera, lograrás evitar que la placa se acumule entre los dientes para que no se produzcan problemas más graves como gingivitis y caries.
Lee también: Consecuencias y riesgos de no usar seda dental
Los enjuagues y cepillos interdentales no están de más
Estos dos complementos son importantes en el cepillado para terminar la limpieza en esas zonas en las que el cepillo no llega y terminar de eliminar gérmenes y bacterias de tu boca. Tanto los interdentales y los enjuagues bucales se deben usar a diario para mantener unos dientes y encías sanos, libres de microorganismos controlando la placa y la caries.
Visita el odontólogo por lo menos cada seis meses
Visitar al odontólogo es la mejor manera de prevenir y detectar enfermedades o cualquier otro problema bucodental. Y es este especialista quién te dará el mejor tratamiento para mantener la salud de tu boca. Además, el uso de cremas dentales, enjugues, cepillos entre otros instrumentos deben ser asesorados por un profesional para que utilices los más adecuados para ti.
Cuida tu alimentación y sobre todo los alimentos altos en azúcar
La alimentación también hace parte fundamental del cuidado dental, por eso es importante evitar el consumo de alimentos y bebidas altos en azúcar, ya que, son altos potenciadores de la caries. Así mismos, hay que cuidar el consumo de productos muy helados o muy calientes para cuidar la sensibilidad dental.